sábado, 6 de julio de 2013

Lisboa, Lisbon, Lisbona





























!Hoy le toca el turno a la capital de nuestros vecinos portugueses que tan poco conocemos!




















Me sorprendió gratamente el buen hacer de su gente, las ganas de charlar amigablemente en cualquier sitio, sus precios económicos y su repostería de vicio.



Es una ciudad con transporte muy a mano, una red de Metro sencilla pero perfecta para llevarte a cualquier sitio en un santiamén. Desde el mismo aeropuerto puedes comprar una tarjeta recargable de viaje válida para todos los transportes.


















Para acceder a las zonas más altas de la ciudad, también se puede usar el tranvía, simbolo de la ciudad.


Hay una amplísima oferta de alojamiento con precios desde los 20 o 30 euros para habitaciones dobles. Si pensáis en comer, los precios son inferiores a los españoles, por lo que allí se sigue tomando cafe por 1 euro y un pasteis de nata sale por unos 60 céntimos. Riquísimos!

Los pasteis más famosos son los Pasteis de Belem. Imposible pillar un sitio en la famosa pastelería del barrio de Belem, ¡siempre estaba llena y con cola para comprar!











El Rio Tajo desemboca tras su paso por Lisboa. 

La entrada en coche a la ciudad se hace cruzando uno de los dos puentes que lo cruzan: 

El Puente de 25 de Abril y el de Vasco de Gama



 El primero nos suena a todos por que es la imagen de Mapfre.



El castillo de San Jorge lidera la ciudad desde un extremo, y podemos verlo sobre todo desde los miradores de Baixa Xiado o el Bairro Alto. 

Yo os recomendaría subir al mirador de San Pedro de Alcántara, y hay un tranvía que sube desde la Plaza de Restauradores.



El centro de la ciudad es la Praça de Dom Pedro IV, con la estación de Metro de Rossio. De ahí a la Praça do Comercio, se encuentra la zona de compras. Esta plaza estaba en obras cuando yo estuve allí.

No se puede visitar Lisboa sin pasar un día en el Barrio de Belem. 

El monasterio de los Jerónimos de Belem está abierto gratuitamente al público. Tiene un claustro muy bien conservado que merece mucho la pena, y para el cual hay visita gratuita solo los domingos hasta las 14 horas. 



Cruzando un parquecito enfrente, vamos hasta la orilla del rio y nos encontramos con el Monumento a los Descubridores o Padrão dos DescobrimentosEl monumento tiene la forma de una carabela con el escudo de Portugal en los ladosEnrique el Navegante se alza en la proa, con una carabela en las manos, junto con las estatuas de otros héroes portugueses de los Descubrimientos.


Tras un paseo de 15 minutos llegamos a la Torre de Belem. Era donde se recaudaban los impuestos a pagar para poder entrar a la ciudad, entre otras funciones.



Entonces qué, ¿Vamos de fin de semana a Lisboa? Besos!


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