Sintra se encuentra a una media hora en tren de Lisboa. La conexión es constante, con trenes cada media hora.
Para subir al castillo de Pena, puede hacerse un camino de unos 3 kilómetros cuesta arriba o bien coger un autobús urbano que sube directamente a la puerta.
El tramo en el bosque, sobre el pueblo, es todo en escaleras de piedra.
Hasta que entramos en el recinto amurallado y tenemos dos opciones :
O al Castillo da Pena. Hay entrada para uno o para ambos.
El Palacio da Pena era la residencia de verano de la Monarquia Portuguesa.
Es muy llamativo por los colores intensos de sus paredes, que más tarde de cerca, descubres que no dejan de estar oscurecidos.
La entrada permite recorrer el interior del Palacio.
Este es el patio interior en típico azulejo portugués.
Recorrimos todas las salas, como comedores y dormitorios.
Lo más llamativo para mi fue la figura sobre una de las puertas, mitad humano mitad anfibio, con el pelo que se convierte en las ramas de un parral.
Ir a este Palacio era algo que me hacía mucha ilusión, y creo que es una visita obligada si viajais a Lisboa!
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